El mayor peligro para los bebés que empiezan a gatear siempre serán los cables. Estos pueden considerar una lámpara como un juguete sin conocer las consecuencias que pueden acarrearle meter los dedos en los lugares más peligrosos. Por este motivo, existen lámparas infantiles donde solo te tienes que preocupar por donde la enchufas, ya que el resto de la estructura de la lámpara se ha construido a prueba de niños. Por otro lado, los apliques de pared son aun más seguros por localizarse a una altura a la que aun no puede llegar.
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El mayor peligro para los bebés que empiezan a gatear siempre serán los cables. Estos pueden considerar una lámpara como un juguete sin conocer las consecuencias que pueden acarrearle meter los dedos en los lugares más peligrosos. Por este motivo, existen lámparas infantiles donde solo te tienes que preocupar por donde la enchufas, ya que el resto de la estructura de la lámpara se ha construido a prueba de niños. Por otro lado, los apliques de pared son aun más seguros por localizarse a una altura a la que aun no puede llegar.